web analytics

Antioquia y los Antioqueños, una reflexión sobre esta hermosa tierra que demuestra que no somos guerreristas pero sí defendemos lo nuestro


Síguenos en 

Vale la pena en estos tiempos de izquierdas y derechas reflexionar sobre lo que pasa a nivel nacional en donde pareciera que todo lo hecho por nuestros ancestros no vale la pena y donde algunos jóvenes ilustres llaman a todos el que no piensa como les enseñaron a pensar a ellos con el remoquete de «paraco» o en el mejor de los casos «Uribista».

Otros con rabia llaman a Medellín y Antioquia «Tierra de godos» olvidando que esos que ellos llaman despectivamente godos fueron los padres y abuelos que trabajaron a lomo de mula para domar montañas, cultivar la tierra, abrir túneles y construir ciudades y ferrocarriles para permitir el avance y el progreso de esta tierra enclava misteriosamente entre lo más profundo de sendas montañas.

Si esas hazañas tuvieran lugar en esta época moderna de jóvenes lloricones y exigentes de derechos, más no en deberes, jóvenes revolucionarios desde las redes sociales, jóvenes valientemente educados por instituciones públicas desafortunadamente parcializadas, jóvenes que se toman «el poder» desde la cultura, con su ley del embudo perfectamente bien definida, es decir, si la guerra cultural es contra la derecha, es válido, pero si la misma guerra cultural con sus mismas armas es contra sus creencias ideológicas, entonces lo llaman «genocidio, retrógrada» o el famoso «nos están matando» y cuanta expresión de rechazo se puedan encontrar para victimizarse convenientemente Antioquia seguiría en el completo aislamiento económico.

En virtud de toda la historia de Antioquia, hoy, los que de verdad nos sentimos Orgullosos de ser Antioqueños podemos afirmar que en esta tierra no somos guerretistas, no buscamos ofender ni lastimar a nadie, pero tampoco nos amedrentamos ante los desafíos de las batallas culturales que se presentan en la actualidad, somos un pueblo guerrero que demuestra que esta tierra si nos pertenece y el 29 de octubre pasado se lo demostramos a los falsos mesías que llegaron, robaron y se fueron.

A continuación compartimos el texto de Eduardo Caballero Calderón, un bogotano como ninguno que expresa su visión sobre Antioquia y me quedo con esta frase «en estas elecciones presidenciales mientras resista Antioquia, los colombianos no nos vamos a hundir».

«Este no es uno de los diecisiete departamentos de Colombia, sino un pueblo, una nación, un país.

Tiene un contorno y un perfil recios e inconfundibles, descarnados como sus montañas ingentes; un carácter propio y peculiar; una manera de ser que se refleja lo mismo en los personajes de Carrasquilla que en esos fundadores de industrias y de pueblos a quienes debe Colombia lo que es hoy y lo que podrá ser mañana.

Sin Antioquia, Colombia sería de otra manera: más tropical, más superficial, más ligera si predominara exclusivamente el elemento calentano; o más apática, ensimismada y esquiva, si predominara el elemento andino de la cordillera oriental. Gracias a ese ingrediente humano, fuerte y capitoso como un plato de fríjoles, Colombia es ella misma y no se parece a nadie. Sobre todo, tienen los antioqueños algo que nos falta a los demás colombianos, y es el orgullo de ser como son y una necesidad física y espiritual de afirmarse e imponerse de esa manera aún en los medios más hostiles.

Siendo tan andariegos, llevan a Antioquia a todas partes. No la dejan atrás, no quieren librarse de ella como les sucede a los colombianos de otras regiones a quienes lo propio, lo entrañable y lo provinciano les comienza a estorbar cuando cambian de residencia.

»El antioqueño está tan identificado con su tierra y con su gente que renegar de Antioquia sería para él como renegar de sí mismo, por lo cual su condición de colombiano consiste esencialmente en sentirse y conservarse profundamente antioqueño…

El trasfondo antioqueño es el hogar donde se trenzan con una fuerza admirable la solidaridad, la comprensión, la lealtad, la espontaneidad, la fe en el hombre y el amor a la vida. Quisiera comunicar a quienes a veces dudan y desconfían del porvenir de Colombia: en estas elecciones presidenciales mientras resista Antioquia, los colombianos no nos vamos a hundir.

Que cunda el ejemplo».

Texto de Eduardo Caballero Calderón en el libro Historia de Antioquia

5/5 - (3 votos)